sábado, 21 de agosto de 2010

SUMISION

Nadie me anunció tu llegada,
ninguno me supo qué decir.
Llegaste a mi vida sin previo aviso,
sin opción a poder elegir.

Desde la lejanía te observaba
sin darme cuenta que me rondabas,
y cual ladrón que acecha en la noche
recibí, sin piedad, tu golpe helado.

Qué terrible fué tu humillación,
qué insoportable tu vejación,
cuán grande fué tu pasión
por saciar tu sed con mi dolor.

El tiempo se hizo arena
y tus olas con él jugaron.
El presente se transformó en futuro,
el futuro se hizo pasado.

Cuánta rabia acumulada
por los sueños robados.
Espejos quebrados sin rostro,
deseos contrariados.

Tú que habitas en la altivez,
tú que de soberbia te has alimentado,
podrás quedarte mi presente y pasado,
pero mi futuro, nunca quedará destronado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario