jueves, 15 de abril de 2010

PREPARADOS!!! LISTOS!!!! YA!!!!!!

Tenía 18 años y Dios vino a mi vida, cuando todo era más sencillo. No había responsabilidades ni decisiones que tomar. Las suelas de mis zapatos estaban enteras, sin gastar, y podía caminar fuerte, rápido. Mis pasos eran firmes. Pero cuando ya te encuentras en el atardecer de la vida te das cuenta de que las luces de neón se han ido apagando poco a poco y te arriegas a seguir el camino en medio de la penumbra. Es en ese estadio de la carrera cuando comenzamos a plantearnos si vale la pena seguir, porque las dudas, cada vez más bien alimentadas, nos asaltan en el camino.
En ese torbellino de dudas que nos conducen a la incertidumbre sobre la existencia de Dios, es cuando nuestra capacidad de reflexionar debe llevarnos a la certeza de que Dios no cabe dentro del concepto idea, sino que es una realidad en la vida de todos aquellos que comenzaron un dia la carrera de la fe. Cuando vivimos en la inseguridad de los caminos, cuando en nuestra vida escasean proyectos de futuro y las llagas en nuestros pies nos impiden continuar, apela a tu capacidad de reflexionar. Solo en la reflexión, tu debilitada fe se fortalecerá en medio de la incertidumbre. En la reflexión sabrás que hay luz al final del túnel a pesar de que no la veas.

1 comentario:

  1. Hace bastante tiempo que no te veo en persona aunque por otros canales me mantengo informado. No crees que tu discurso es un poco fatalista, no te reconozco parado en el medio de la vida, sin querer engrasar los ejes de tu carreta. Antes no eras así. Supongo que por los tiempos que corren, donde puede parecer que amanece cada día nublado, supongo que la edad es, por supuesto, un grado. Supongo...supongo que la vida nos ha cambiado, pero utiliza también la reflexión para pensar que nuestro presente no es absoluto y que torres más altas cayeron, están por caer y caerán; eso si, aunque es más difícil aceptarlo la luz siempre estuvo, está y estará delante del túnel no en el final.

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