jueves, 24 de junio de 2010

RECUERDOS EN SOLEDAD

Mañana hará un año que nos dejó,
recogió su capa y el sombrero
y sin un triste y corto adiós,
se fué al país de nunca jamás.

Mordí mis labios para no gritar,
endurecí mi corazón para no amar,
congelé mi sangre para no correr
y mi mente para no pensar.

Mi triste mirada, en lágrimas bañada,
acompañaba sus torpes y cortos pasos,
hasta que cruzó el umbral
para verlo partir sin mirar atrás.

En la soledad su vida viajaba con él,
su mirada triste y apagada
anunciaba que ya no quedaban
horizontes por contemplar.

Mañana hará un año que nos dejó
y aún conservo la cicatriz de su adiós.
Qué sola me dejó el día que no me reconoció
por culpa de su maldita enfermedad
que con un cruel zarpazo su mente le arrebató.

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